2.15 – Orientación, proporción y reencuadre

En esta pregunta vamos a ver cómo afecta la elección del encuadre y las proporciones de los lados al resultado final de la foto. También veremos cómo hacer recortes a nuestras fotos para mejorar su composición en el momento del postproceso.

Los sensores de las cámaras son los que determinan el formato original y las proporciones entre los lados de las fotos. No todos los sensores tienen las mismas proporciones entre el alto y el ancho. De este modo hay fabricantes que utilizan formato de 4:3, otros de 3:2 y otros (aunque es menos común) de 16:9, cada uno de ellos más apaisados.

Estos son los tres formatos más habituales en las cámaras digitales del mercado. Sin embargo también existen otros formatos más específicos como son el cuadrado o el panorámico.

Aunque las cámaras cuenten con estos formatos, gracias al retoque digital con herramientas como Photoshop podemos recortar las imágenes, utilizar nuevas proporciones, reencuadrar e incluso modificar la orientación de las fotos.

¿A qué me refiero con la orientación de las fotos? Pues básicamente a elegir entre hacer la foto en horizontal o en vertical. No existe una forma universal para elegir una orientación u otra. Dependiendo de la intención del fotógrafo se debe elegir una u otra.

En la mayoría de los paisajes utilizo el formato horizontal, ya que es el que más se adapta en estas condiciones, permitiendo mostrar tanto el cielo como la tierra. El formato horizontal o apaisado da más sensación de asentamiento y resulta muy natural.

Eso no significa que todos los paisajes tengan que ir en horizontal. También podemos utilizar una orientación vertical para darle más profundidad a la escena o para incluir un objeto en un primer plano.

Nuestro ojo está acostumbrado a las composiciones horizontales, sobre todo por el cine. Sin embargo es bueno probar la orientación en horizontal y en vertical para ver cuál de las dos orientaciones nos convence más. Debemos fijarnos cómo los distintos objetos de la foto ocupan su lugar en la composición para que ésta quede equilibrada y si con la orientación que utilizamos conseguimos el efecto deseado. Ante la duda lo mejor es tomar dos fotos, una en cada formato, y tomar la decisión posteriormente.

En retratos se suele utilizar el formato vertical porque éste se adapta mejor a la forma alargada del cuerpo y de la cara.

Aunque una vez más no hay reglas universales y cada foto es distinta. En este plano, al ser más cerrado, no necesito adaptarme a la forma alargada del cuerpo, además de haber incluido un elemento adicional (la bola de espejos), que me sugiere utilizar una orientación horizontal.

No quiero entrar en cómo se hacen las panorámicas en este tema. Pero sí decir que para hacerlas necesitamos varias fotos superpuestas y que para ello tenemos que tener la mente puesta en el resultado final en el momento de hacerlas. Así, si ves que podría interesarte una panorámica, tira varias fotos con la misma exposición y enfoque para así dejar la posibilidad abierta de hacer la panorámica posteriormente.

También podemos hacer la foto pensando en un posterior recorte con ordenador. Por ejemplo podemos hacer la foto siendo conscientes de que nos quedará espacio por los lados y que posteriormente podemos hacer un recorte. En la siguiente fotografía he aplicado un recorte para dejar la foto en formato cuadrado, ya que creo que las piedras del primer plano no aportan nada y no son necesarias. En mi opinión la segunda foto tiene una composición más equilibrada.

También podemos hacer reencuadres recortando. Tenemos que tener en cuenta que al reencuadrar, la imagen resultante tendrá menor resolución que la original, aunque con el tamaño de las fotos de las cámaras actuales el resultado final puede guardar bastante calidad y permitirnos hacer ampliaciones sin perder apenas nitidez. Esta técnica nos puede ayudar a acercarnos aún más a un sujeto cuando nuestro zoom no da para más.

<< 2.14 – Composición2.16 – Ajuste de blancos >>