Al fin publico el resumen de lo que fue el curso de fotografía práctico de Cabo de Gata 2013. Ha sido una experiencia que marcará un antes y un después en mis cursos, el primero totalmente práctico que imparto y para mí era también un estreno. Lo mejor de todo es que en ese estreno no he estado solo, sino acompañado de alumnos que ya conocía bien de cursos anteriores (todos habían asistido a los cursos de iniciación, procesado e iluminación), bien por la KDD Thewebfoto de Valencia, que celebramos el año pasado. Así que entre todos hicimos que el curso fuera rodado. En este vídeo veréis lo que pasó, que luego os cuento con más detalle.

Las novedades del curso eran muchas: 3 días, 10 personas como máximo, curso práctico, con convivencia en la casa rural La Noria de los Escullos (en el Cabo de Gata).

Los Escullos. Cabo de Gata.

A priori se presentaba como algo interesante, lleno de retos y la oportunidad de hacer las fotos que habitualmente no sueles hacer. Al final se ha mostrado como una divertida experiencia fotográfica y personal, muy intensa, de esas que sigues rememorando en tu cabeza pasado un tiempo.

La primera mañana la dedicamos a llegar, alojarnos y presentar el curso. Nada más llegar nos sorprendió que algunos guardaban sorpresitas para los demás… Laura trajo unos llaveros cámara chulísimos para todos. Albert nos dedicó a cada uno una recopilación de las 100 mejores canciones del año en el que habíamos nacido. Mari Carmen trajo unas cámaras de fotos de peluche para dos niñas que vienen en camino y nacerán por marzo, la hija de Carlos y la mía misma.

Mi mujer también quiso estar presente haciéndonos unos muffins de chocolate con masa de galleta que causaron furor. Muchísimas gracias a todos. Esto empieza bien. La emoción se respiraba en el ambiente. «¿Y ahora qué toca?».

Antes de la comida ya estábamos dando la primera píldoras de teoría, no más de una hora que nos serviría para prepararnos a las prácticas de la tarde.

Después de la comida nos dedicamos a mejorar el control de la luz natural aprendiendo a medir la luz de forma puntual en diferentes situaciones que fuimos provocando. Al final de la práctica coqueteamos con el flash para emular la luz del sol y combinarlo con la luz ambiente.

Jugando con la luz natural. Foto de Laura García

Jugando con flashes y geles de colores. Foto de Mari Carmen León

 

Se nos hizo de noche, vimos la siguiente píldora teórica que nos prepararía para la noche y nos fuimos a cenar. Después de la cena venía la primera salida a la naturaleza, fotografía nocturna. Después de recorrer varios kilómetros por un camino de tierra y piedras, llegamos a la famosa playa de Mónsul, donde estuvimos unas horas contemplando las estrellas y haciendo fotografía nocturna sin y con linternas.

Playa de Mónsul. Cabo de Gata.

 

Era un día sin luna, y la única luz era la que ofrecían las estrellas. Aquí aprenderíamos a usar el histograma y sobre todo a comprender la ley de reciprocidad aplicada a la fotografía nocturna.

Foto de Luis Ortega en Mónsul

Foto de Albert Xirgo con la luz de las estrellas.

Iluminando con linterna. Foto de Carlos Hernández

 

La noche se alarga y uno no se da cuenta. Al final acabamos a las 2:00 en la cama. Dormimos poco porque la siguiente práctica estaba dedicada a amaneceres. Así que nos despertamos antes de las 6:00 para salir pitando. Después de recorrer también otros cuantos kilómetros y acceder por un camino un tanto «silvestre», llegamos a la «Cala del Dedo» cuando empezaba a aclarar.

Cala del Dedo. Cabo de Gata.

 

Bajamos por el terraplén con linternas y nos preparamos para disfrutar del espectáculo.

Al llegar aún se veían las estrellas. Foto de Albert Xirgo

Ahí estábamos viendo el amanecer. Foto de José Antonio Baeza

La práctica estaba pensada para practicar el uso de filtros de densidad neutra, el uso de aplicaciones de cálculo de tiempos de exposición y el uso avanzado del histograma en fotografía de paisaje. Desde allí contemplamos un fantástico amanecer, repleto de color, nubes, mar, rocas y paz.

Cala del Dedo, amaneciendo. Foto de Adelardo Camacho.

Disfrutando del amanecer. Foto de Mari Carmen León

Después del amanecer nos fuimos a desayunar y a descansar antes de ponernos en marcha con las prácticas de retrato y control de la luz natural. Estas prácticas están orientadas por un lado a manejar los difusores, reflectores y banderas negras, y por el otro lado consisten en una serie de juegos por parejas que nos ayudarán a desarrollarnos a nivel mental y personal para que los retratos que hacemos sean más narrativos, para crear complicidad con el retratado, de forma que mejore nuestra forma de mirar y retatar. Primero fuimos a unas ruinas cerca de la playa de los Escullos. La idea inicial era hacerlas en los Escullos, pero algo de viento (incómodo para el uso de reflectores) nos hizo movernos a la ubicación definitiva. Allí pudimos ver el poder que tienen los difusores y reflectores y el uso que pueden tener.

Usando un difusor. Foto de José Antonio Baeza.

Usando un difusor. Foto de Luis Ortega.

Usando un reflector. Foto de Luis Ortega.

Usando un reflector. Foto de Carolina Panizo.

Después volvimos a la playa de los Escullos a hacer los juegos de retrato. Creo que éste fue uno de los momentos del curso más prolíficos en cuanto a fotos se refiere. Realmente hubo un cambio de chip en los asistentes, que imprimieron su personalidad en las fotos.

Fotos de Carolina Panizo.

 

Foto de Luis Ortega.

Foto de Laura García.

Fotos de Carlos Hernández.

Foto de Adelardo Camacho.

¡Y otra vez a comer! Las horas van pasando y casi no nos damos cuenta. Esto no puede parar.

Por la tarde montamos en la casa rural un estudio con un fondo de tela, colocamos unos cuantos flashes y estuvimos aplicando algunos de los conceptos que se aprenden en el curso de iluminación con flash. Que si la importancia de la distancia, que si la calidad de la luz, que si los diferentes tipos de iluminación…

Foto de Adelardo Camacho.

 

Foto de Carolina Panizo.

Foto de Laura García.

Después del estudio otra vez a cenar. En esta ocasión después de la cena había un plan tranquilo. Recopilamos algunas de las fotos que habíamos hecho hasta entonces y yo fui proponiendo procesado en Lightroom y retoque en Photoshop sobre esas fotos. Creo que esto es interesante porque a menudo, aunque conocemos la técnica, nos quedamos sin ideas sobre cómo abordar un procesado. Así que con fotos reales y ejemplos reales, tomados ese mismo día, fuimos procesando algunas de las fotos, repasando algunos conceptos algo más avanzados que se explicaron en el curso de procesado y retoque.

Foto de Mari Carmen León

Foto de Mari Carmen León.

Foto de Laura García.

Foto de Carlos Hernández.

Otra noche que nos dan las 2:00. Apenas hemos dormido y el cansancio hace mella. Aún así a la mañana siguiente volvimos a madrugar. Otra vez a las 6:00 en marcha. Nos espera una localización especial, «El Playazo».

El Playazo. Cabo de Gata.

 

Allí íbamos a practicar la combinación de flash con luz ambiente al amanecer, así como el uso de geles de colores. El resultado fue espectacular. Otra vez más, Cabo de Gata nos deleitó con un amanecer soberbio. El momento fue mágico, y así lo retratamos.

Amanecer en el Playazo. Foto de Jesús Rodríguez.

 

Amanecer en el Playazo. Foto de Mari Carmen León.

Amanecer en el Playazo. Foto de Mari Carmen León.

Amanecer en el Playazo. Foto de Carolina Panizo.

Amanecer en el Playazo. Foto de Laura García.

Amanecer en el Playazo. Foto de Adelardo Camacho.

Después a desayunar, a recoger los trastos y a recorrer algunos de los lugares más bonitos de Cabo de Gata.

Ruta por Cabo de Gata.

 

Una pequeña ruta por las Negras, La Isleta del Moro, haciendo una breve parada en el mirador «la Amatista». Finalmente, Cabo de Gata, donde comimos un arroz y unos pescaditos típicos de la zona.

Las Negras. Foto de Albert Xirgo.

La Isleta del Moro. Foto de Jesús Rodríguez.

Antes de despedirnos fotografiamos la famosa ermita de Cabo de Gata y echamos unas risas y unas fotos en una casa de madera. Desde allí fuimos despidiéndonos, teníamos que volver a casa, a Cataluña, Guadalajara, Madrid, Alicante y Soria. Una pequeña despedida que supo a «nos veremos pronto» y que nos dejó con un regusto bien bueno de haber pasado unos días entre amigos y acabar el año con buen pie.

Cabo de Gata. Foto de Adelardo Camacho.

 

Cabo de Gata. Foto de Jesús Rodríguez.

Foto de Jesús Rodríguez.

Foto de Mario Olmos

Entre los retos propuestos para el curso, valoré el trabajo de todos los alumnos en las siguientes categorías:

Mejor foto
Mejor retrato
Mejor paisaje
Mejor nocturna
Mejor amanecer
Mejor iluminación luz natural
Mejor iluminación luz flash
Mejor blanco y negro
La más divertida
Mejor «cómo se hizo»

Puedes ver sus fotos aquí haciendo clic aquí.

Par mí, lo más destacable del curso ha sido algo que no puede pagarse con dinero, y que yo no puedo ofrecer directamente a los asistentes al curso, pues depende de ellos. La calidad humana ha sido sobresaliente. Ha sido como estar en familia. Puedo decir que estas personas son amigos y que me hicieron disfrutar de una experiencia fantástica.

Foto de Jesús Rodríguez.

Seguiremos viéndonos seguro. Este curso tendrá más ediciones en 2014.

Foto de Mario Olmos.

Written by Jesús Rodríguez